En Guatemala, el impulso a la acuicultura se posiciona como una oportunidad clave para el desarrollo económico de las y los productores del país. Cada 3 de mayo se celebra el Día del Acuicultor, fecha en la que se reconoce el trabajo de todos aquellos involucrados en esta actividad.
La acuicultura es una actividad que consiste en la producción de organismos acuáticos como peces, mariscos, crustáceos y algas en ambientes controlados, con el fin de obtener productos para consumo humano o de otro tipo.
En Guatemala, la acuicultura se ha convertido en una opción rentable para las y los productores, ya que el país cuenta con una gran cantidad de cuerpos de agua aptos para esta actividad, como lagos, ríos y lagunas.
Cada 3 de mayo se celebra el Día del Acuicultor, fecha en la que se reconoce el trabajo de todos aquellos involucrados en esta actividad.
Uno de los principales beneficios de la acuicultura en Guatemala es la diversificación de ingresos para las comunidades rurales, especialmente las que se encuentran cerca de cuerpos de agua. A través de la cría de peces y otros organismos acuáticos, las y los productores pueden obtener ingresos adicionales a los que ya obtienen de sus actividades agrícolas.
Además, la acuicultura contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional en el país, ya que los productos obtenidos son una fuente importante de proteínas para la población. A su vez, esto ayuda a reducir la dependencia de la importación.