Uno de cada 10 adultos tiene enfermedad renal crónica (ERC) y actualmente afecta a alrededor de 850 millones de personas en todo el mundo; por ello el 10 de marzo se conmemora el Día Mundial del Riñón, el objetivo es hacer conciencia sobre la importancia de este órgano y sus funciones, para prevenir las enfermedades renales que afectan a la población.
En Guatemala, no se conoce exactamente cuántas personas padecen la enfermedad; pero de los que se encuentran en fase terminal (estadios 4 y 5 – Insuficiencia Renal Crónica), suman 9 mil 245 casos en el año 2019, de los cuales 5 mil 158 (55.8%) son varones y 4 mil 87 (44.2%) son mujeres, representando una tasa de prevalencia de 523 por millón de habitantes.
Los departamentos que más casos presentan y que superan la media nacional en su orden son: Santa Rosa (tasa de más de 1,000 casos por millón), Guatemala, Escuintla, Jutiapa, Sacatepéquez, Suchitepéquez, Retalhuleu, El Progreso y Jalapa.
En la actualidad la sobrevida a 1 año de diagnosticada es de 49%, a los 3 años de 23% y solo 11% logran sobrevida de 5 años. De los casos prevalentes en el país solo se logró realizar 98 trasplantes renales en el 2019.
“El lema para este año es “Salud Renal para Todos – Cerremos la brecha del conocimiento, para una mejor atención de la enfermedad renal” explicó el Dr. Eduardo Palacios del Programa Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles y Cáncer del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, -MSPAS-.
Los más afectados son los adultos mayores, los hombres, los que padecen una enfermedad crónica como diabetes mellitus e hipertensión arterial, los trabajadores agrícolas, los expuestos a tóxicos ambientales, personas que se automedican con antiinflamatorios (Ibuprofeno, diclofenaco y similares) y en niños las anomalías congénitas, del tracto urinario y bajo peso al nacer.
Otros factores de riesgo son: insuficiencia renal aguda, obesidad, enfermedad autoinmune, trastornos anatómicos, infecciones urinarias, historia familiar, tabaquismo y otras drogas.
Una persona puede perder hasta el 90% de su función renal antes de presentar molestias. Los síntomas más frecuentes son: edema de los tobillos, fatiga, dificultad para concentrarse, pérdida del apetito, sangre y/o espuma en orina. Si no se detecta a tiempo, el paciente puede morir de enfermedad cardiovascular (Infarto del corazón o derrame cerebral) o progresar a insuficiencia renal que requiere para sobrevivir tratamiento sustitutivo renal (diálisis o trasplante).
Cada día nuestros riñones procesan alrededor de 200 litros de sangre; estos filtran, depuran y ajustan su composición química adecuada para mantenerse sanos (eliminan algunas toxinas, drogas y medicamentos), entre otras funciones.
ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA PREVENIR LA ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA:
• Mantenerse en forma y activo: Ayuda a reducir su presión arterial y de esta manera reduce el riesgo de enfermedad renal crónica.
• Controlar regularmente el nivel de azúcar en sangre y la presión arterial: La mitad de las personas que padecen diabetes desarrollan daño renal. Comer sano y controlar el peso: Esto puede prevenir diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedad renal. Es importante también reducir la ingesta total diaria de sal a menos de 5 gramos (1 cucharadita), evitando las comidas procesadas.
• Mantener una ingesta de líquidos sana: En general debe ser entre 1.5 a 2 litros por día.
• No fumar: El tabaco disminuye el flujo sanguíneo a los riñones; cuanto menos sangre llega a los riñones, más se deteriora su función. Fumar también aumenta en 50% el riesgo de desarrollar cáncer renal.
• No tomar medicamentos sin receta médica: Drogas comunes como los antiinflamatorios no esteroides (AINES), por ejemplo: ibuprofeno, diclofenaco, naproxeno, indometacina, celecoxib, ketoprofeno, etc. alteran la fisiología renal, producen cambios en el flujo sanguíneo renal.