El guatemalteco Luis Carlos Martínez contó la relevancia de la fortaleza mental, que lo llevó a conseguir un histórico séptimo lugar para la natación varonil en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Martínez volvió al país con la satisfacción de haber conseguido llegar a las finales de los 100 metros mariposa en la justa veraniega. Resultado de un largo e intenso proceso que lo llevó a mudarse a los Estados Unidos para desarrollar su exitosa carrera.
La llegada de la pandemia no sólo postergó un año la máxima del deporte, sino además fue un obstáculo más para poner en práctica la capacidad de reponerse a la enésima adversidad, reveló el tritón chapín en una conferencia de prensa que ofreció a los medios.
“Sólo aquellos que tuvieron la fortaleza mental de buscar la manera de hacer las cosas”, refiere Martínez que llegaron hasta las instancias finales.
“¿Qué es lo que hace a los mejores, los mejores?”, es la pregunta para la que Martínez responde a base de su propia vivencia.
“Es que ellos siempre encuentran la manera de hacer que las cosas funcionen, esa es la diferencia. No importa qué pasa, no importa qué pasó ayer, qué pasará mañana. Ese es el aspecto mental”, confiesa.
Desde antes de la justa veraniega y con la convicción de dejar un legado no sólo deportivo, sino social, Martínez anticipa que para fin de año publicará un libro con su testimonio deportivo, el cual servirá para inspirar a jóvenes a practicar deportes y además para recaudar fondos en favor del proyecto Hoodlinks —Enlace entre barrios— de la Fundación Olímpica Guatemalteca (Funog).