Como la carrera más breve de la historia podrá catalogarse de ahora en adelante el Gran Premio de Fórmula 1 de Bélgica, al que habrá que agregarle que tampoco los pilotos compitieron. Un día de locos para el automovilismo mundial. Pasó de todo.
Solo se dieron cuatro vueltas, unos nueve minutos en pista, detrás del vehículo de seguridad, a causa de las pésimas condiciones de visibilidad por la lluvia que no paró de caer en Spa.
El belga Max Verstappen, que salió en la pole position, fue declarado vencedor, sin tener que competir, sin ver la bandera de cuadros. Todos mantuvieron sus posiciones iniciales y se repartieron la mitad de los puntos.
En nombre de la seguridad, la FIA fue prorrogando la salida, y acabó reduciendo la carrera a solo 4 vueltas detrás del autor de seguridad
El GP de Bélgica arrancó inicialmente con 25 minutos de retraso, a las 15.25h, a causa de la intensidad de la lluvia que no cesó de caer en Spa-Francorchamps, donde ya afectó a la sesión clasificatoria, y causó algún patinazo en la vuelta de formación, como el de Checo Pérez.
El mexicano se estrelló contra una valla, destrozó el auto y obligó a los mecánicos de Red Bull a emplearse a fondo para tener el bólido a punto. Pudo correr saliendo del pit-lane, el último. No le serviría de nada.
Después de más de tres horas de demora, se inició la carrera detrás del auto de seguridad, y se detuvo a las cuatro vueltas
Es la sexta vez en la historia que se reparten solo la mitad de los puntos; la anterior ocasión fue en el GP de Malasia 2009, por las mismas circunstancias de lluvia y de recorte de la prueba.
Este procedimiento inusual causó una mezcla de resignación, enfado y comprensión en los pilotos, que querían correr, pero no podían. Con información de La Vanguardia.